La vida de los cantantes y músicos de salsa siempre ha estado matizada por un ambiente festivo y de entretenimiento que pareciera ser una fiesta sin fin. Sorprende que todavía en estos tiempos hay gente que piensa que es un trabajo muy fácil o inclusive, ¡que eso no es un trabajo!
Algunas personas piensan que este oficio no requiere de mayor entrenamiento, preparación o disciplina; que simplemente es pararse, tocar, cantar y participar de la fiesta.
Pues mis queridos lectores, la historia es bastante diferente. Para tener una carrera exitosa, ya sea como músico o cantante independiente u organizar, dirigir y administrar una agrupación, se requiere disciplina, organización e inclusive prepararse en varias áreas que no tienen relación directa con la música.
Administración, relaciones públicas, ventas y estrategia comercial son solo algunas de las facetas que hay que desarrollar para lograr el éxito colectivo o individual. Todo esto antes de tocar o cantar la primera nota y recibir el primer aplauso.
La industria se ha sofisticado mucho, por lo que el manejo de la tecnología y las redes sociales se suma a la serie de destrezas que hoy día, además del talento, se han hecho imprescindibles y a veces determinantes para alcanzar el buen funcionamiento de una carrera.
Es importante estar al día con la información general local e internacional. Economía, política y hasta la meteorología hoy día se toman en cuenta.
En los años en que comencé mi carrera como cantante de orquesta y luego como solista y director de mi agrupación, se llevaba el negocio con un porcentaje bastante alto de intuición e instinto.
La llegada de las disqueras multinacionales trajo consigo unos contratos largos y a veces excesivamente complicados.
En el campo de las contrataciones y derechos de autor, los artistas se han venido preparando para, por lo menos, conocer un poco del lenguaje legal, los términos, los derechos y deberes a los que se enfrentan a la firma de un contrato.
Si se le pregunta a los artistas contemporáneos con este obrero de la música, estoy seguro que la mayoría estaría de acuerdo conmigo que cuando comenzamos no pensamos que iba a ser tan complicado. La única intención era hacer música, y de la música, nuestro modo de vida.
La mayoría hemos recurrido a la universidad de la vida y todos los adelantos que hay para autoeducarnos un poco en muchas áreas. Por otro lado, nos beneficiamos porque es una buena manera de educarse sobre la marcha y poner el intelecto a la par con el talento.
¡Al final terminamos siendo un poco contables, abogados, administradores y en muchos casos hasta psicólogos!
Cuando usted, querido lector, vea, escuche y disfrute del talento de los músicos, cantantes y agrupaciones, tenga en cuenta el empeño que pusieron para desarrollar su talento, el esfuerzo que hacen día a día para ganarse el pan en una industria muy competitiva y cómo han ido superándose en todas estas otras disciplinas.
Al final, tocar y cantar parece fácil, pero no lo es...
¡Camínalo!
Gilberto Santa Rosa para PrimeraHora