BAYAMÓ.—No por llegar la Fiesta de la Cubanía a su última jornada fueron menos intensos los bríos con que bayameses y visitantes de todo el país celebraron el Día de la Cultura Cubana, fecha en que se cantó por primera vez el Himno Nacional y con la que se pone fin a la cita.
Los premios Bayamo, que otorga la UNEAC de la provincia, fueron entregados a los poetas Alex Pausides y Alexander Besú; a los artistas de la plástica Ever Fonseca y Manuel Olivera; y al compositor José Alberto Tamayo. También merecieron el Premio en su carácter honorífico el artista Nelson Domínguez y la Escuela Elemental de Música Manuel Navarro Luna, de Manzanillo.
La ceremonia, presidida por Sonia Virgen Pérez Mojena, primera secretaria del Partido en Granma; Manuel Santiago Sobrino, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, y Julián González, ministro de Cultura, entre otros directivos, fue el espacio donde también se les entregó a la actriz Corina Mestre y al cantante Kelvis Ochoa, los respectivos reconocimientos como Miembro de Honor de la Brigada de Instructores de Arte José Martí y Miembro de Honor de la AHS.
Indira Fajardo, presidenta Nacional de la Brigada José Martí y Rubiel García, presidente Nacional de la AHS, presentes en la velada, conversaron con este diario y coincidieron al expresar sus satisfacciones por la acogida que dio el evento a los jóvenes, quienes han protagonizado la fiesta.
El Coro Profesional de Bayamo interpretó, junto a otros temas, el Himno Nacional en su versión completa, y Pancho Amat puso fin a la entrega de reconocimientos con temas clásicos de la trova y el son cubanos, y cerró su actuación con un homenaje a Celina González, al convidar a todos los presentes a cantar a coro Yo soy el punto cubano.
Hacia la tarde se develó en el Museo de Cera de la ciudad, único de su tipo en Cuba, la escultura de Juan Formell. Las palabras de homenaje fueron expresadas por el periodista Pedro de la Hoz, vicepresidente de la Uneac, quien destacó los valores de Formell como compositor, que revolucionó la música cubana, y que al crear una orquesta creó un estilo y renovó el concepto de la charanga.
De la Hoz remarcó la significación de este cronista de toda la segunda mitad del siglo XX cubano. “Formell estaba ya en el imaginario de los cubanos, y estará por siempre en la memoria popular. Con esta escultura se perpetúa su recuerdo”.
Después de la gala conmemorativa por el Día de la Cultura Cubana, Bayamo bailó con Los Van Van, para cerrar la XX edición de la Fiesta con ritmo de auténtica cubanía.
Autor: Madeleine Sautié
madeleine@granma.cu